De tamaño grande y color rojo oscuro. Ayuda a digerir alimentos, a eliminar toxinas y almacenar energía, pero, pese sus atributos tiene un enemigo: la grasa.
El hígado es un órgano que está en constante riesgo de no funcionar de manera óptima por la conocida afección del hígado graso, que ocurre, como su nombre lo indica, cuando se acumula grasa en el hígado. Y como si fuera poco, se presenta con dos versiones: el alcohólico y el no alcohólico.
La enfermedad por hígado graso afecta a cerca del 25% de la población mundial y es considerada como silenciosa porque sus síntomas no son claros de identificar. Al ser de difícil diagnóstico, puede progresar en una cirrosis o cáncer, que a su vez pueden derivar en la muerte.
De hecho, Yue Jia, residente de Patología en el Centro Médico Harbor-UCLA (Universidad de California Los Ángeles) en Estados Unidos estima que el cáncer, derivado por hígado graso, es responsable de 250.000 a 1 millón de muertes cada año.
Quien ve de cerca estos padecimientos es Norberto Carreño, jefe del Servicio de Gastroenterología del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid (CHDrAAM) de la Caja de Seguro Social (CSS), quien explica que el hígado graso por alcohol es causado, precisamente, por el alto consumo de esta bebida.
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"El hígado descompone la mayor parte del alcohol que se bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero, el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas. Cuanto más alcohol se bebe, más daña su hígado", dejó claro el especialista.
El hígado graso por alcohol "es la etapa más temprana de la enfermedad del hígado por el alcohol (o hepatopatía alcohólica). Las siguientes etapas son la hepatitis alcohólica y la cirrosis, de acuerdo con Carreño. Aunque, hay que tomar en cuenta que enfermedades como diabetes, obesidad, triglicéridos y colesterol altos también pueden provocar hígado graso.
Del hígado graso no alcohólico hay dos tipos: hígado graso simple, que se da cuando hay grasa en el hígado, pero, poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado. Este caso no es demasiado serio como para causar daño o complicaciones al hígado.
El otro caso es denominado esteatosis hepática no alcohólica y ocurre cuando existe inflamación, daños en las células del hígado y grasa. La inflamación y el daño de las células del hígado pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. La esteatosis puede causar cirrosis o cáncer de hígado.
El expresidente de la Asociación Mexicana de Hepatología, Jorge Luis Poo arrojó un dato interesante a la agencia de noticias EFE. Poo detalló que tradicionalmente se dice que nuestro hígado tiene hasta un 5% de grasa y cuando acumulamos más de eso, decimos que hay hígado graso no alcohólico, lo cual puede ocasionar inflamación, fibrosis, cirrosis y más adelante cáncer de hígado.
Atento a los síntomas
A pesar de que resulta difícil detectar el hígado graso, hay algunos síntomas a considerar: cansancio, malestar general, fatiga crónica, pérdida de peso y sensación de pesadez.
Sin embargo, no es sino hasta que se hagan exámenes de sangre, radiología o biopsias que se puede determinar si la persona padece de hígado graso o no.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud se estima que en el mundo hay al menos 400 millones de adultos obesos y un 80% padece de hígado graso. "El hígado es un órgano que suele no presentar síntomas hasta que el problema está muy avanzado y con complicaciones. Es por eso que la diferencia entre un diagnóstico a tiempo y el tratamiento tardío puede salvar la vida del paciente", recuerda Poo.
Otra cifra que llama la atención, según el especialista, es que, entre 12 % y 15 % de la población pediátrica padece sobrepeso u obesidad. "Es importante prevenir, porque seguramente en 20 o 30 años serán ellos quienes estarán padeciendo de cirrosis hepática", alertó Poo.
El hígado graso y el cáncer
Los especialistas concuerdan en que es necesario descubrir los factores claves y las vías que conducen al cáncer de hígado en pacientes con hígado graso, para lograr frenar o incluso prevenir el cáncer de hígado.
Precisamente, existe una investigación sobre el tema, la cual fue anunciada en la reunión anual de la Sociedad Americana de Investigación en Patología, realizada este año en Orlando, Florida, Estados Unidos.
Dicha información fue publicada en el portal web Infosalus y detalla que los investigadores examinaron los niveles de expresión de proteínas en biopsias de hígado de un grupo de pacientes con enfermedad del hígado graso alcohólico y un grupo con enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Las proteínas estudiadas están involucradas en la regulación epigenética, que controla la expresión génica y la inflamación, que desempeña un papel importante en la enfermedad. Además, los investigadores observaron que los dos grupos de pacientes mostraron diferencias significativas en la expresión de proteínas involucradas en los reguladores epigenéticos y la inflamación.
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Los especialistas destacaron que estas diferencias coincidieron con la proporción de desarrollo de cáncer de hígado observado para los dos grupos. La residente de Patología, Jia explicó que, si a través de estudios adicionales pueden demostrar que las moléculas y vías que identificaron modulan el desarrollo del cáncer de hígado en pacientes con enfermedad de hígado graso alcohólico o pacientes con patología de hígado graso no alcohólico, pueden ayudar a identificar nuevos objetivos para prevenir o reducir el riesgo de cáncer de hígado que surge de otra enfermedad hepática.
Los investigadores planean realizar experimentos adicionales en modelos animales de enfermedad del hígado graso para aprender más sobre cómo la regulación epigenética y las vías de inflamación conducen al cáncer de hígado.
Tratamiento
El médico, Norberto Carreño recomienda eliminar el consumo de bebidas alcohólicas y destaca que "cualquiera que sea el tipo de hígado graso que se tenga, hay que cambiar su estilo de vida, empezando en tener una dieta saludable limitando la sal y el azúcar, además de comer muchas frutas, verduras y granos integrales". Ayuda también hacer ejercicios para perder peso y por ende, grasa. Carreño recomendó tener cuidado al probar con remedios naturales o medicina alternativa, siembre se debe consultar con un médico antes de hacerlo.
En el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid existen nueve médicos gastroenterólogos generales y dos gastroenterólogos hepatólogos que ven enfermedades del hígado.
*Con información de Infosalus, EFE y CHDrAAM.